La creación de Grupos de Acción Pedagógica (GAP) nace como una necesidad de incorporar una práctica pedagógica amistosa, compartida y comprometida para y con los estudiantes.
La iniciativa consiste en la formación de grupos de trabajo liderados por los mismos estudiantes quienes trabajan coordinadamente con el docente fuera del aula y apoyan a los compañeros en sus aprendizajes. Es de vital importancia, ya que se enmarca en la intención del modelo educativo institucional del «aprender haciendo».
Tras su aplicación los resultados académicos obtenidos (notas) a la fecha han mejorado paulatinamente y también se puede observar el fortalecimiento creciente de la autoestima de los alumnos, quienes se muestran responsables de su propio aprendizaje y destacan sus actitudes de liderazgo, mejorando la convivencia en el aula y en su discurso ha disminuido la excusa o la disculpa frente a su bajo rendimiento.
Esta práctica pedagógica se aplicó como un plan piloto en el curso de Matemática de la carrera de Ingeniería en Electricidad, primer semestre, jornada vespertina, con la convicción de la necesidad de acercar la matemática al aprendizaje en jóvenes que habían terminado el colegio hace bastante tiempo.